Breve Bienvenida

Breve Bienvenida

Estimado Lector:

Es un placer recibirte:


Siempre eres bienvenido en esta casa, que intenta esperarte, ávida de letras, de tintas, de papel, de ideas, de cartas...
Si de tu lectura nace el impulso de responder con algunas
palabras, solo te pido, que lo hagas en formato de carta.
No cuesta mucho, solo tienes que escribirte a ti, o a tu
amad@ ficticia, o a tu amig@ perdido, o a tu hermana...
a un destinatario al que no encuentras... puede ser incluso Dios... El Universo.
Del reparto se encarga "El Cartero", a tus letras, siempre responderá en sus notas al margen.
Deseando volver a verte... Con pena me despido de ti, estimado Lector/Escritor.
Tuyo siempre: "El Cartero"
Pd: Estoy deseando compartir esta carga


12 diciembre 2012

Hace tanto, tantas letras, que el tiempo se vuelve traidor.

Hace tanto que no te escribo, que ya casi he perdido el nombre. No creas que ha sido por falta de ganas, sino por buscar los momentos.
 
Vueltas y vueltas y más vueltas, a letras, a días y noches que pasan sin decidirme.
 
El tiempo robado en un retal de sueño, se convierte en traidor si se siente apenas olvidado,  miedo y vanidad juntos, han roto palabras a miles, para no esperar una respuesta, para no buscar el momento en el que leer de tus labios al viento, la voz de mi carta.
 
Mi carta, sin autor ni destinatario, engarzando todas mis almas como si fueran letras, solo para oírte recitarlas.
 
Una carta de amor sin rubor, de amor al amor, a mi tiempo dedicado a letras que no pueden esperar un momento… para contar los días y las noches que están pasando en un sueño.
 
Hace tanto que te escribo tanto, que mis letras a veces no me dejan verte en su otro lado, en el abrir, en el romper, desgarrar con ansiedad el sobre. En la espera…
 
Hace tanto que no te escribo, que otra vez mi carta ha perdido su sello.
 
Tengo el consuelo de guardar en pedazos, todos los momentos en que decidí escribirte una carta emborronada, con notas al margen.
 
Hoy te escribo en la esperanza, de que esta carta te llegue antes del tiempo traidor y me la leas en sueños, con tu voz.
 
Remite: S/R

26 junio 2012

Ya casi no recuerdo cuando me cautivaron tus letras, cuando se apodero de mi tu hechizo de palabras, tus imágenes mágicas... sé, que soy poca cosa, pero que soy alguien mejor desde que te conozco, sin saberlo me has enseñado tanto que a veces no me cabe en el tiempo.

Siempre el tiempo, siempre el maldito tiempo, ese que intentamos robar al sueño para que no pasen los años sin dejar algo más que...

Ya casi no recuerdo cuando empecé a echarte de menos, a mirar cada rato el correo a esperar con impaciencia las nuevas andanzas de ese rey del que me declaro súbdito, a esperar ese momento de comunión, en el que fluyen por los recodos de su reino mis pasos acompasados con sus letras, con las tuyas, con tus besos, con tus miradas.

El tiempo pasa Tara, lento cuando no queremos y se escapa cuando por fin creemos que es nuestro.

Pero nos deja estos momentos, para dedicárnoslos, para decir de corazón, casi como una necesidad, que cumplas muchos más, muchos, muchos más.

Zorionak Tara, biotz; biotzetik

Remite: Ramón

21 mayo 2012

A la zaga del tren, ahí sigo.
Entreteniendo mis horas entre letras desordenadas, cartas desparejadas y estruendos en el firmamento. Entre rosas algo marchitas y la brisa incendiara de algunos dragones.

¡Qué lejos estás y, a la vez, qué cerca te tengo!

Vagabundo que aparece y desaparece en la estela del café recién hecho, revolviendo cordura entre el azúcar refinado. Sondrina te nombra al servir el zumo en vaso largo, obturando el diafragma de su cámara al son que más le brilla.

Y al recuperar tu sonido, las flores me inundan la mirada, los cerezos me cobijan y el punto japonés baña de rojo la pasión desparramada por el papel de carta.

Abrigarme la esperanza con el rasgueo de tu pluma y soñar que volveré a dónde lo dejé, al lugar dónde me aguardan tantas vidas ejemplares, y que tú has dado forma al leerlas en voz alta.

Late fuerte el reloj de cuerda, nunca dejó de hacerlo aunque yo dejara de oírlo. Y por ello la razón de mis desvaríos te pertenecen, de loco a loco.

Las mariposas me indican cómo llegar hasta ti, subidas al ritmo frenético de mi cuaderno de dibujo. Te prometo su color.

Perpetrado por Tara.

12 abril 2012

Querido Alter Ego:
Pienso en ti de noche cuando me dejan, y algunos ratos de día. Me viene a la cabeza la melodía de goteras, la imagen de esa niña bajo la lluvia mirando a un horizonte gris, con una bufanda verde enredada en su pelo al viento, al borde de su propio precipicio.
Recuerdo unos tulipanes pisoteados por un gigante, un atropello a la japonesa, con mucha luz, una perlas ensartadas por un dios con gafas, una sirena rodeada del mayor tesoro posible, el cofre del mejor poema escrito con títulos de libros, los viajes a Bilbao y a Praga, los anillo y su reloj de arena, Sondrina, la Yaya Marisca, la mujer mariposa...
El gran descubrimiento, la ciudad del perpetuo retroceso, donde la flores marchitan antes de nacer, su Escriba, su reino lleno de esperanza.
Un tren con capítulos llenos de deseo, de ganas de vivir multiplicando, de orden en desenfreno, de vías recorriendo estaciones de Arte.
Pienso en ti cada vez que empuño una espada cargada de tinta o un lápiz que busca que oigas su voz, o consigo que todos mis dedos acierten cada uno en su tecla, para contarte que pienso en ti, más allá de lo que reflejan tus letras.
Que sin las tuyas la mías se callarían, probablemente para siempre, de noche y de día.
Escritos, Historias, Noticias, Vagabundos y la poca Cordura que me queda, perderían la esperanza de algún día recibir una carta, escrita con letras adornadas con dibujos, perpetradas a lápiz en un cuaderno, recitadas al aire para que las entregue a su destinatario.
Sin estas letras, las otras perderían su poco espacio, con el tiempo.
Por eso pienso en ti, como esa parte de mi en inestable equilibrio, que sustenta una catarata de vida a través de unas líneas.
Te escribo tanto que a veces las letras no me dejan verte, en mi reflejo.
Quiero seguir pensando en ti cuando me dejen de noche y algunos ratos de día.
Entrega por mí esta carta, querido Cartero.
Solo confío en ti para esta tarea.

Remite: S/Rmte.

25 junio 2011

Querida Tara, mi Tara Menthal:

Espero que estés bien sobre todo hoy, yo como siempre delante de un folio.

No podría encontrar una excusa mejor para robar tiempo y escribirte, dos días después de los festejos del solsticio.
Son fiestas en el pueblo hasta el día de San Pedro, la música inunda portales, hoy por la mañana es el baserritan eguna, pasearemos por la feria, probablemente volveremos con varios quesos y algunas guindillas de freír, comeremos talo con chorizo y beberemos txakoli.

A la tarde tengo que acabar de montar el riego de la huerta, en la zona de los pimientos y los tomates, y ocuparme de alguna planta más, hoy va a ser un buen día.

Querida Tara, no podría encontrar una excusa mejor, (si es que la necesito), para escribirte...
que decirte, recitarte...“Felicidades”.

Te felicito no solo por el día de hoy, (por haber conseguido sortear un año más a la parca), te felicito por como ha transcurrido tu año, regalando sentido.

Me felicito a mí, por poder felicitarte.

Mañana... Mañana empieza otro año, hoy no, este es tu día, solo tuyo, disfrútalo.

Zorionak Maitia.


Remite: Para entregar el 26 de Junio.

29 abril 2011

Querida mía:

Te escribo tanto que a veces, las letras no me dejan verte, leo tus gestos, tus guiños, tus miradas, tus caricias, tus susurros... emborronados de palabras, como si me faltasen las gafas.

Me distraigo y miro al cielo, y te encuentro, me vuelvo a distraer mirándome en el espejo, y te vuelvo a ver, me duermo y sueño contigo.
Y las tintas se desparraman en un mar de grupas, de bosques, de lunas, de reinas, de diosas.

Sabes que se querer a más de una mujer, yo se cual es la primera que voy a perder, será pronto y lloraré, y tú me consolaras.
Yo, tendré que aprender a volver a querer, pronto, a dos más, y tú me ayudaras, a que no sean ni dioses ni reyes.

Escribo para ti, y a veces me pierdo en mí, me voy a Libia y a Japón, descubro hermanos, con letras que parecen goletas, surcando el mediterráneo, escribo de fútbol, de política, de memorias de izquierdas, de tejados, de dios, de la eternidad, y te pierdo de vista, en una niebla de papel.
Y te persigo, como disparando plumas, esperando el momento oportuno para tu lectura, exigiendo una palabra, luego dos, después muchas más de tres, sin verte, sin dejarte ser.

Pero tengo miedo a perderte, a no verte en el cielo, en la luna, en un bosque, en un mar de grupas, a no verte en mí en el espejo, en sueños, y te vuelvo a envolver en letras de ida y vuelta, siempre conmigo de protagonista, en la cocina.

Y como siempre, espero una palabra o dos, y nunca serán suficientes más de tres, aunque al final como siempre, me conformo con un guiño o una mirada, con un susurro o una caricia, no necesito ni siquiera un beso, conservo un frasco lleno de lagrimas.

Mañana volveré a verte emborronada, envuelta en letras.

Remite: Siempre tuyo



PD. : Como ser un rio de palabras, como mirar, recitando.

30 marzo 2011

Escribí esta carta en su día, sin destinatario…

Las palabras agolpándose, presionando empujan el cerebro hasta la boca, los ojos a duras penas aguantan en sus cuencas, las manos escapando pierden sus huellas, se mezclan con aromas olvidados que revientan el pecho, el estruendo sordo se cobra en orejas mientras el estandarte del sexo yace por los suelos. La tierra, el mar, el cielo, dios y el universo, parecen haberse puesto de acuerdo, en superar todos los miedos.

Que decirte si pudiera, que decirte ahora, con que decírtelo, porque no haberlo dicho.

Tierra trágame, y la tierra me esta tragando.

Soy culpable, me merezco este paredón, esta horca, esta hoguera, esta marea, esta apocalpsis.

Nunca me levantó ninguna campana interior, a pesar de que entonces tenía vida para hacerlo.

Que decirte ahora…
ahora que ya no puedo.

Que decirte ahora...lagrima no derramada, abrazo que esta esperando, beso perdido en el tiempo, letra sin tinta, lucha sin lucha, sueño que no se soñó.

Que decirte eternidad…

Que decirte ahora, Vida…
mi vida… mi único amor,
ahora que ya no te tengo.

Remite: Carta póstuma

PD: Tu que me lees, eres mi eternidad, mi campana...eres la vida, la que ya no tengo.